La boda de Nahomi y Alejandro fue una experiencia conmovedora que capturé como fotógrafo en México. Esta pareja de escritores tenía una conexión especial, y su boda fue un testimonio de su amor y creatividad.
Desde el momento en que conocí a Nahomi y Alejandro, pude sentir la profundidad de su conexión. Ambos eran apasionados por las letras y compartían un amor profundo por la literatura. La historia de su noviazgo y relación era como un relato de amor que merecía ser contado.
La ceremonia tuvo lugar en un encantador lugar en Tula, Hidalgo. La luz dorada del atardecer creó un ambiente mágico. Nahomi, con su vestido elegante y sonrisa radiante, caminó hacia Alejandro, quien la esperaba con los ojos llenos de emoción.
Lo que hizo que esta boda fuera particularmente emotiva fue el regalo que Alejandro le dio a Nahomi durante la ceremonia. Un libro que él mismo había escrito, un compendio de sus memorias como pareja, desde el día en que se conocieron hasta el momento presente. Fue un gesto lleno de amor y creatividad que emocionó a todos los presentes.

























































































Mi tarea como fotógrafo era capturar cada momento, cada mirada y cada gesto de cariño que reflejara la intensidad de su amor. Quería que las fotos fueran como páginas de su propia historia de amor, y que cada imagen transmitiera la emoción que llenaba el aire.
La recepción fue una celebración de la pasión compartida de Nahomi y Alejandro por la escritura. La decoración incluyó elementos literarios, como libros antiguos y máquinas de escribir vintage. Los invitados fueron recibidos con poemas y cuentos escritos por la pareja, que añadieron un toque personal y único a la celebración.
Las fotos de la boda de Nahomi y Alejandro fueron una verdadera joya. Capturaron la esencia de su amor creativo y su conexión profunda. Desde las lágrimas de felicidad durante los votos hasta los abrazos cálidos en la recepción, cada imagen era una obra maestra que narraba su historia.
Esta boda me recordó por qué amo mi trabajo como fotógrafo. Fue una experiencia única y emotiva que me permitió ser testigo de la fuerza del amor y la creatividad en su forma más pura. La historia de Nahomi y Alejandro demostró que el amor puede ser una fuente inagotable de inspiración y que las palabras, tanto escritas como fotografiadas, pueden capturar la belleza de una unión especial como la suya.
Tardes de vino y peonias
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