Como fotógrafo de bodas en México, he tenido el honor de presenciar y capturar momentos inolvidables en la vida de muchas parejas. Sin embargo, la boda de Abiud y Juan Pablo fue una experiencia excepcionalmente emotiva y cargada de tradición que dejó una marca indeleble en mi corazón y en mi lente.
La boda de Abiud y Juan Pablo fue un auténtico tesoro de la cultura mexicana y el amor profundo entre dos almas que estaban destinadas a estar juntas. Desde el momento en que conocí a esta encantadora pareja, pude sentir la conexión especial que compartían. Su amor irradiaba en cada mirada, en cada toque y en cada sonrisa que compartían.La historia de esta boda comenzó a tomar forma cuando Abiud compartió conmigo la historia detrás de su hermoso vestido de novia. Era un vestido blanco elegante, heredado de su abuela. Este vestido había sido usado en las bodas de varias generaciones de mujeres en su familia. La emoción en los ojos de Abiud mientras hablaba de llevar adelante esta tradición era palpable. Para mí, como fotógrafo, capturar la belleza y la historia que este vestido representaba se convirtió en una prioridad.
El día de la boda, mientras Abiud se preparaba, la habitación estaba llena de un aire nostálgico. La delicadeza de cada detalle de su vestido era conmovedora. Cada puntada y cada bordado eran testigos de un amor que perduraba en el tiempo, y me esforcé por inmortalizar ese sentimiento en cada fotografía que tomé.
Por otro lado, Juan Pablo lucía un traje de charro tradicional que irradiaba la virilidad y la esencia de la cultura mexicana. La elegancia de su atuendo y la profunda conexión que compartía con Abiud eran la encarnación de la fusión entre lo antiguo y lo nuevo, lo clásico y lo contemporáneo.
La ceremonia se llevó a cabo en una iglesia histórica de Querétaro: El templo de la cruz, un lugar lleno de encanto y espiritualidad. La luz del sol que se filtraba por los vitrales de colores creó una atmósfera mágica. Cada mirada de complicidad entre Abiud y Juan Pablo, cada lágrima de alegría y cada sonrisa radiante fueron capturadas en mi cámara, con la intención de conservar esos momentos para siempre.
El momento culminante de la boda fue la entrada de Abiud al brazo de su padre, un momento que dejó a todos sin aliento. La novia, con su vestido de ensueño, parecía haber salido de un cuento de hadas. La mirada de admiración de Juan Pablo al ver a su futura esposa acercarse hacia él fue verdaderamente emocionante.
Después de la ceremonia, la celebración continuó en una hacienda mexicana, la tradicional hacienda del lago en Saldarriaga, donde la música, la comida y la alegría llenaron el aire. Cada detalle de la decoración, desde las flores hasta la iluminación, evocaba la rica herencia cultural de México.
Capturar la boda de Abiud y Juan Pablo fue un honor y un privilegio que no olvidaré jamás. La pasión y la autenticidad de esta pareja hicieron que mi trabajo como fotógrafo cobrara vida. A través de mis fotografías, espero que su amor y la belleza de su día especial puedan perdurar en el tiempo, al igual que el vestido de novia que ha sido transmitido a través de generaciones. Esta boda me recordó que, en el corazón de cada celebración de amor, reside una historia única y hermosa que merece ser contada y preservada para siempre.
-Alfredo Shamed Hernandez Delgado
Tardes de Vino y peonias
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