La boda de Valeria y Leo en la hermosa Hacienda del Lago, en saldarriaga, Querétaro, fue una experiencia que siempre llevaré en mi corazón. Como fotógrafo reconocido en México, he tenido la suerte de presenciar muchas bodas, pero esta fue realmente especial.
La atmósfera frente al lago y el jardín rodeado de árboles centenarios crearon un escenario de cuento de hadas. Valeria, deslumbrante en su vestido de novia, hizo una entrada emocionante. Los ojos llenos de lágrimas de su padre y la sonrisa cómplice de su madre reflejaban la profunda emoción de la familia.
Pero lo que hizo que esta boda fuera inolvidable fue la alegría de los padres de Valeria y Leo. Sus rostros irradiaban felicidad mientras veían a sus hijos unirse en matrimonio. El momento culminante fue cuando Valeria y Leo se dieron el "sí". La emoción era palpable, y el jubilo que siguió llenó el aire de amor y gratitud.

















































































































Capturar estos momentos fue un honor y un desafío. Quería que las fotos transmitieran la emoción genuina del día. La luz dorada del atardecer sobre el lago proporcionó un escenario perfecto. Cada imagen capturó la belleza y la alegría de este día único.
La recepción fue una celebración de bailes y risas. Fue un testimonio del amor y la amistad que rodeaban a Valeria y Leo.
Esta boda me recordó por qué amo ser fotógrafo de bodas. Cada boda es una historia de amor única, y la de Valeria y Leo es una que siempre atesoraré. Su amor y la felicidad de sus familias hicieron que este día fuera realmente inolvidable.
-Alfredo Shamed Hernandez
Tardes de vino y peonias
#sienqueretaro